Todos los seres humanos
leemos, o podría decir que todos los seres vivos leen; todos los seres perciben el entorno y
aprenden de él; lo interpretan y por ello existen. Sé que a muchos de ustedes
la frase anterior le sorprenderá, porque siempre nos han explicado que leer se
define, como reza el Diccionario de la Real Academia de lengua, cito:
1. "Leer es: pasar la vista por lo escrito o impreso comprendiendo la significación de los caracteres empleados".
1. "Leer es: pasar la vista por lo escrito o impreso comprendiendo la significación de los caracteres empleados".
No obstante, el mismo diccionario expresa en segunda y tercera
opción:
2. tr. Comprender el sentido de cualquier otro
tipo de representación gráfica. Leer la hora, una partitura, un plano.
Y, aquí ya estamos ejercitando la lectura de forma incompleta
porque nos hemos limitado a las primeras tres definiciones, y no terminamos de
leer los siguientes significados:
4. tr. En las oposiciones y otros ejercicios
literarios, decir en público el discurso llamado lección.
5. tr. Descubrir por indicios los sentimientos o
pensamientos de alguien, o algo oculto que ha hecho o le ha sucedido. Puede leerse la tristeza en su rostro. Me has leído el pensamiento. Leo en tus ojos que mientes.
6. tr. Adivinar algo oculto mediante prácticas
esotéricas. Leer
el futuro en las cartas, en las líneas de la mano, en una bola de cristal.
7. tr. Descifrar un código de signos supersticiosos
para adivinar algo oculto. Leer
las líneas de la mano, las cartas, el tarot.
Ahora
bien, lo que pretendo es una revisión significativa y amplia, ante el
desarrollo de una de las competencias más importantes en todos y cada uno de
los individuos (femeninos y masculinos) que conforman nuestras sociedades
actuales. El acto de leer en la actualidad es diferente, leemos de diversas
maneras, leemos todo lo que nos rodea y tratamos de interpretar para
sobrevivir. Leemos para alcanzar el conocimiento, pero ese conocimiento hoy ha
cambiado; las sociedades del momento han sufrido y sufren constantemente transformaciones
vertiginosas. Y, ahora al inicio de la segunda década del siglo XXI, donde las
tecnologías absorben todos los ámbitos del entorno humano, se
hace necesario ampliar nuestro concepto sobre este proceso que hemos denominado: lectura.
Tomado de: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZytAr1xX5QGHNTYVWThxLciyAcscMYX7IQFJOsThCzcbvyNpC2VfhXczV1dYKh8klQYKt1UJzAIrB07zfwu4ZONerl4jqmrnjSdX4bpTfUsCnQ9f9VsbenZ4kiWE72xj0PqQjYdKThRA/s1600/BollmannStefan-LasMujeresQueLeenSon.jpg
Pero, detengámonos
para revisar esa frase que presenté líneas arriba, la que expresa: “leemos todo lo que nos rodea y tratamos de interpretar para
sobrevivir”. ¿Por qué sobrevivir? Porque nuestras sociedades exigen día a día
que actualicemos nuestros saberes ante la imposición de nuevas formas de
comunicarnos, de trabajar, de amar, de recrearnos, y en fin de todo aquello que
nos compromete al vivir dentro de una gran variedad de grupos sociales; y allí
nada más y nada menos está la capacidad de interpretar, de descifrar, de
descubrir un mundo del que necesitamos y, si fracasamos en el intento, es
posible que nos hallemos ante la muerte o, lo más significativo, frente al
fracaso.
Y,
aunque el termino fracaso parezca dramático, no es fácil cambiarlo por otro,
porque muchos casos pueden certificar lo expresado. Como ejemplo nada más
intenta solicitar trabajo sin tener conocimiento sobre tecnología computarizada,
o por lo menos manejar algún dispositivo digital. A eso, súmale que para
acceder a las cuentas bancarias o de ahorros (donde guardas tus ingresos y/o
capital) debes manejar las redes electrónicas. No hay
opciones, o manejas los detalles informáticos o, perderás los ahorros de toda
tu vida. Estamos inmersos en unas formas de lectura que reflejan el gran
entorno sistematizado y mediático que no imaginó nuestra sociedad humana, hace menos
de tres décadas. Es posible que esta reflexión llene de esperanzas a un gran
grupo de personas; pero, no dudemos, que otro gran porcentaje debe estar
agarrándose la cabeza con las dos manos, pensando que los jóvenes de hoy no leen, y no saben
leer.
Estos
párrafos de reflexión sobre el ejercicio de la lectura, son un abreboca para
los capítulos que trataré en próximas entradas, donde además de
explicar las diferentes modalidades de cómo podemos leer, también daré algunos
consejos para interpretar diversos textos, o ayudar con herramientas claves a
un tipo de lectura analítica, que sé será de gran ayuda en todos los ámbitos,
no solo en el académico sino también en el laboral o profesional.
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